El segundo grupo de compuertas, de las 16 necesarias, llegó hoy al sector de Davis, en Colón, a unos 80 kilómetros al noreste de la capital panameña, desde Italia a bordo del buque pospanamax "Sun Rise".
"El porcentaje en los trabajos de ampliación en su totalidad están en un 75 %, pero este valor aumenta con la llegada de este grupo de compuertas", señaló Quijano a los periodistas.
Se espera que a finales de año se complete el total de las 16 compuertas, según la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Quijano indicó que se prevé que las nuevas esclusas, tanto en el sector Atlántico como en el Pacífico, estén funcionando comercialmente en enero de 2016, por lo que tanto el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que lideran las empresas Sacyr de España e Impregilo de Italia, como la ACP, están trabajando para ello.
"Eso es a lo que tanto ellos (GUPC) como nosotros nos hemos comprometido, (aunque) puede que quede algo de las obras por terminar, pero las esclusas deben estar funcionando y nosotros debemos estar pasando buques a través de ella (en esa fecha)", precisó.
En ese sentido, sostuvo que es muy probable que las esclusas del sector Atlántico estén un "poquito antes", lo que les permitiría a los pilotos de la ACP conducir buques pospanamax hasta las propias esclusas como parte de su adiestramiento.
Quijano explicó que los pilotos hasta ahora solo han conducido este tipo de embarcación hacia los canales de acceso y a los puertos, pero no han culminado en la práctica su capacitación, porque la ampliación no está culminada.
Por otro lado, el director del Proyecto de Esclusa del sector Atlántico de la ACP, José E. Reyes, señaló a Efe que en este segundo embarque llegaron las dos primeras compuertas de las ocho que se instalarán en el sector Pacífico, y otras dos que se utilizarán en el Atlántico.
Las primeras cuatro compuertas fabricadas en Italia por la empresa Cimolai, que llegaron en agosto de 2013, serán utilizadas en Colón.
Reyes explicó que las estructuras de acero que se utilizarán en el Pacífico son unos nueve metros más altas aproximadamente que las que se utilizarán en el Atlántico, porque será necesario contrarrestar el efecto de la gran oscilación de las mareas en ese sector, algo que no ocurrirá con las aguas del Lago Gatún en el lado de Colón.
Dijo que tras la paralización de los trabajos en febrero pasado por los conflictos contractuales con el consorcio GUPC, que trajo como resultado atrasos significativos en la obra, todos se han propuesto a cumplir metas a corto, mediano y largo plazo, con la idea de ir "adelantándolas lo más posible" a las expectativas cronológicas.
En esa línea, Reyes destacó que el proyecto de ampliación cubre cuatro aspectos importantes: excavación, obra civil (concreto), trabajos electromecánicos y la integración de todos los controles a un sistema computerizado, los cuales están avanzados de manera muy significativa.
Indicó que las excavaciones están en un 99 %, mientras las obras civiles en un 90 %, quedando por cubrir a mediados de 2015 los trabajos electromecánicos con las primeras pruebas de agua en las esclusas, y a finales de ese mismo año iniciar el trabajo computerizado con el tránsito de las embarcaciones.
La reprogramación de la llegada de las compuertas fue una de las condiciones que presentó la ACP para alcanzar en marzo pasado el acuerdo con el GUPC que puso fin a un conflicto contractual entre las partes.
La crisis, que incluyó la total paralización de la construcción durante 16 días en febrero pasado, retrasó hasta diciembre de 2015 el final del proyecto, previsto en principio para octubre próximo, y significó pérdidas para el Canal calculadas en 300 millones de dólares, según Quijano.
El conflicto se derivó del reclamo del contratista de sobrecostos superiores a los 1.600 millones de dólares, que la ACP no reconoce, aunque en marzo pasado aceptó adelantar 100 millones de dólares para la reanudación de las labores como parte de un acuerdo que, en total, involucra hasta 600 millones de dólares tanto en adelantos como la nueva financiación por cuenta del GUPC.
El GUPC también es integrado por las empresas belga Jan de Nul y la panameña CUSA.
Por el Canal de Panamá pasa casi el 6 % del comercio mundial, y la ampliación permitirá el paso de buques con hasta 12.600 contenedores, casi el triple de lo actual.
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