WASHINGTON. Estados Unidos se dijo el viernes preparado para atacar Corea del Norte, que lo acusó de ser el “cerebro” de una “guerra nuclear”, en medio de la creciente inquietud internacional y a pesar del llamado a la calma de China.
Atizando la beligerante retórica de los últimos días con el régimen norcoreano por su carrera armamentística, el presidente Donald Trump advirtió al líder Kim Jong-Un que si decide atacar la isla de Guam, en el Pacífico, o cualquier otro territorio o aliado estadounidense, se arrepentirá.
“Lo lamentará de verdad, y lo lamentará rápidamente”, dijo Trump luego de señalar en Twitter más temprano que “las soluciones militares están listas para ser desplegadas si Corea del Norte actúa de forma imprudente”.
Consultado sobre este tuit, Trump aseguró que Estados Unidos evalúa “muy cuidadosamente” esa opción y se dijo confiado en que Kim comprenda la “gravedad” de sus afirmaciones.
Pyongyang, que en julio realizó con éxito dos pruebas de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) que podrían alcanzar territorio estadounidense, amenazó esta semana con atacar Guam, una remota isla en el Pacífico donde Estados Unidos tiene estratégicas bases militares.
“Trump está llevando la situación en la península coreana al borde de una guerra nuclear”, señaló Pyongyang a través de la agencia oficial KCNA.
“Estados Unidos es, de hecho, el cerebro de la amenaza nuclear, el atroz fanático de la guerra nuclear”, puntualizó.
China pide moderación
Sin tomar partido, China instó el viernes a “dar muestras de prudencia” en vez de recurrir a “demostraciones de fuerza”. Pekín es el principal aliado de Pyongyang, pero recientemente votó en la ONU un endurecimiento de las sanciones económicas impuestas al régimen de Kim por continuar su programa balístico y nuclear.
“China puede hacer mucho más”, ha dicho Trump.
Pekín propuso en varias ocasiones una solución para salir de la crisis: que Corea del Norte acabe con sus ensayos nucleares y balísticos y que Estados Unidos y Corea del Sur pongan fin a sus ejercicios militares conjuntos.
La tensión geopolítica, que ha afectado a las principales bolsas mundiales y al dólar, preocupa a otras potencias.
Moscú advirtió sobre un deterioro de la situación. “Los riesgos son muy altos”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
La canciller alemana, Angela Merkel, en tanto, se opuso a cualquier “solución militar”, una afirmación a la que Trump respondió diciendo que “ella habla por Alemania”.
“Está claro que es hora de que todas las partes se concentren en formas de reducir las tensiones”, dijo por su parte Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU Antonio Guterres.
Kim “no es suicida”
Trump, de vacaciones en su club de golf en Nueva Jersey, parece lejos de querer apaciguar los ánimos. Primero prometió “fuego e ira” a Corea del Norte, luego se jactó del poderío nuclear estadounidense y dijo que su declaración “quizá no fue lo suficientemente dura”.
Sin embargo, el secretario de Defensa Jim Mattis advirtió que una guerra con Corea del Norte sería “catastrófica” y aseveró que los esfuerzos diplomáticos están rindiendo frutos. “Yo quiero permanecer ahí”, indicó.
Interrogado sobre una posible opción militar, el portavoz del Pentágono, coronel Rob Manning, dijo el viernes a la AFP: “Mantenemos un alto estado de preparación para lidiar con la amenaza norcoreana junto con nuestros aliados y socios en la región”.
Washington tiene “planes militares” para cualquier crisis que pueda surgir en el mundo, aclaró por su parte un funcionario de la Casa Blanca. “Estos planes se actualizan de forma continua según sea necesario y se le dan opciones al presidente. Esto no es nada nuevo”, dijo bajo anonimato.
Para varios analistas, la probabilidad de que estalle un conflicto es baja. “Kim Jong-Un no es suicida”, opinó Ralph Cossa, presidente del Pacific Forum CSIS en Honolulu, citado por el Washington Post.
“Dárselas de macho”
¿Es posible el diálogo a esta altura? Bill Richardson, exembajador estadounidense en la ONU y quien pasó años sofocando crisis con Corea del Norte, cree que se está “cerca” de llegar a un punto de no poder intentarlo siquiera.
“Los dos líderes parece que quieren ‘dárselas de macho’ (...) y eso no ayuda en nada porque impide a los diplomáticos intentar buscar una salida diplomática”, dijo en entrevista con la AFP, en la que advirtió sobre el creciente riesgo de que un incidente menor desencadene la guerra.
“Mi única esperanza es que los chinos estén discretamente trabajando este asunto con los norcoreanos”, afirmó.
En tanto, en Corea del Sur, que acoge a unos 28.500 soldados estadounidenses desplegados para defender el país contra su vecino del norte, se multiplican los llamados para que Seúl desarrolle su propio arsenal nuclear tras la amenaza de Pyongyang de transformar Seúl en un “mar de llamas”.
Las tensiones en la península coreana tienden a agravarse días antes de ejercicios militares conjuntos entre Seúl y Washington, previstos hacia el 21 agosto.
por Alina DIESTE