Cientos de inmigrantes haitianos, entre ellos trabajadores cañeros, trataron hoy de entrar por la fuerza al Ministerio de Interior y Policía y fueron dispersados con gases lacrimógenos por la Policía.
Varias personas resultaron afectadas por los gases, incluida Marie Louise, con ocho meses de embarazo, quien sufrió un desmayo.
La situación se tornó tensa en las inmediaciones del edificio del Huacal, donde los inmigrantes tratan de completar el proceso para el Plan Nacional de Regularización, cuyo plazo vence este miércoles.
Compatriotas de la señora Louise llamaron al 9-1-1 para que la socorriera, pero al retrasarse se la llevaron en brazos a la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, ubicada en esas inmediaciones.
Joselín Durosier, esposo de Lousie, dijo que a los haitianos lo están tratando “como perros” ya que a su esposa no solo le afectó la bomba lacrimógena, sino que los agentes la empujaron y la golpearon.
“A las mujeres embarazadas no las pueden ligar con todo el mundo. Ellas deben tener privilegios por su estado. Pero, como la policía no respeta eso, ahora estamos a punto de perder al bebé”, expresó Durosier.
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