viernes, 2 de mayo de 2014

Trabajadores reclaman permanencia de derechos

Empresario abusador no me quite mi prestación” decía uno de los carteles levantados ayer por cientos de trabajadores que, a propósito del Día Internacional de Trabajo, marcharon hacia el Palacio Nacional en protesta contra un intento de “contrarreforma” del Código de Trabajo que catalogan como  la peor amenaza que han sufrido los asalariados dominicanos en toda la historia. 
Y con el fin de demostrar que no cederán ante las intensiones de modificación del régimen de cesantía, la cantidad de horas semanales de trabajo o el tratamiento de la mujer empleada; los miembros de las principales organizaciones sindicales marcharon desde Villa Juana hasta la casa de gobierno con un manifiesto lleno de demandas de protección y reivindicaciones.
La marcha estuvo organizada por 11 gremios que representaron a los trabajadores de Santo Domingo, Sureste y Suroeste del país. Entre ellas, el Consejo Nacional de Unidad Sindical (CNUS), la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC), la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP). Simultáneamente, las organizaciones del Cibao realizaron otra marcha en Santiago, informaron los manifestantes de la capital.
A su llegada al Palacio, una comisión de ocho representantes fue recibida. Entre ellos, Rafael Abreu, Gabriel del Río, Jacobo Ramos y Eduardo Hidalgo. 
Resumieron su protesta al Ejecutivo en cinco puntos. “Entre las propuesta perjudiciales señalamos: que la jornada semanal de trabajo sea de 48 horas y que la jornada diaria pueda ser de 12 horas”. También rechazaron la posibilidad del despido de embarazadas bajo mutuo consentimiento, que se establezca un tope de tres años para la cesantía, o ampliar el período de prueba para trabajadores nuevos. Pidieron, además, que las indemnizaciones se limiten a la cesantía, preaviso omitido y asistencia económica.
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“EL CÓDIGO NO CREA EMPLEO”

Según el presidente del CNUS, Rafael Abreu, la intención de la protesta fue enviar un mensaje al sector empresarial de que “la contrarreforma del código no será aceptada en ningún sentido”. También denunció el lanzamiento de una campaña “sutil” por parte del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), con el fin de transmitir ideas erróneas a la población y desviar su atención con otros temas. De igual forma, afirmó que la creación de empleos no depende de la ley, sino de la implementación de un modelo económico que estimule la productividad y competitividad de las empresas.

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