lunes, 26 de mayo de 2014

VIDEO: FABIO

Fabio de León es ferretero y suplidor del Estado. Está contento con el gobierno de Danilo Medina porque le están comprando. Está vendiendo como nunca. Ferretería Carolina ha crecido con la construcción de escuelas en su provincia.

Ingenieros de Cotuí ganaron concursos para construir escuelas en Cotuí y compran los materiales, no en la capital, en Macoris o en Santiago, sino en Cotuí y en su ferretería.

Sobre la construcción de escuelas y otras obras comunitarias, ofrecía el presidente Danilo Medina, en ocasión de cumplir su gobierno los primeros cien días, que "la compra de materiales se hará a productores nacionales y suplidores de los lugares donde se realice la obra".

Y así se ha hecho casi siempre. Se han dado casos de fábricas de blocs locales desbordadas por la demanda y de mano de obra importada de otros pueblos.

Sobre las virtudes dinamizadoras de la construcción se ha escrito mucho. Crea empleos, se ha dicho, y genera demanda de bienes y servicios localmente. Muy cierto todavía, pero, valga el pero, sólo en las pequeñas obras con pequeños contratistas como lo está haciendo nuestro gobierno con la construcción de casi 30 mil escuelas por todo el país, porque en las grandes obras (presas, puentes, elevados, carreteras y avenidas), sofisticadas máquinas ahorran mano de obra y grandes empresas concentran las contratas.

Lo que ha estado ocurriendo con la construcción de escuelas en nuestro país es algo bellísimo, sorprendente y aleccionador. Enseña que democratizar funciona. El gobierno democratizó la asignación de obras y funcionó; democratizó la construcción de obras y funcionó también; democratizó las compras y contrataciones y muchos, en pueblos y comunidades, también se beneficiaron.


 

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