BRUSELAS. La Unión
Europea imploró ayer a los países miembros que repartan más
equitativamente la carga de los refugiados que han inundado el
continente, pero las cifras manejadas son pequeñas comparadas con el
medio millón de personas que ya ha llegado y los cientos de miles que
están en camino.
Dado que sirios, afganos y eritreos esperan radicarse en naciones acaudaladas como Alemania y Suecia, la UE busca hallar una solución más equitativa que también envíe una cuota justa de refugiados a naciones menos buscadas y menos acogedoras como Eslovaquia y los países bálticos.
Horas después que el presidente de la comisión de la UE, Jean-Claude Juncker, dijo que Europa tiene un deber histórico de actuar y reubicar a 160.000 personas que han llegado y abrumado a Hungría, Grecia e Italia, varios países de Europa oriental y bálticos rechazaron toda imposición de cuotas por parte de Bruselas.
El plan equivale a una gota de agua en el océano para una potencia económica como la UE, donde viven 500 millones de personas, en comparación con los esfuerzos de Turquía, Líbano y Jordania que albergan a más de 4 millones de refugiados, mayormente de Siria.
Pero pese a las escenas conmovedoras de niños ahogados cuyos cuerpecitos son arrojados por las olas a las playas, miles de personas corriendo para atravesar barreras de alambrados de púas o familias atestadas en trenes y autobuses, las 28 naciones no pudieron aprobar propuestas modestas, y mucho menos los medios de hacer frente a la mayor emergencia de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
Todo hace anticipar un áspero enfrentamiento cuando se reúnan los ministros del Interior de la UE el 14 de septiembre.
“Si todo se concentra en la distribución de refugiados en Europa no se solucionará el problema, y de hecho proyecta el mensaje de que es buena idea embarcarse en ese viaje peligroso”, afirmó el primer ministro británico David Cameron a los legisladores en Londres.
Dado que sirios, afganos y eritreos esperan radicarse en naciones acaudaladas como Alemania y Suecia, la UE busca hallar una solución más equitativa que también envíe una cuota justa de refugiados a naciones menos buscadas y menos acogedoras como Eslovaquia y los países bálticos.
Horas después que el presidente de la comisión de la UE, Jean-Claude Juncker, dijo que Europa tiene un deber histórico de actuar y reubicar a 160.000 personas que han llegado y abrumado a Hungría, Grecia e Italia, varios países de Europa oriental y bálticos rechazaron toda imposición de cuotas por parte de Bruselas.
El plan equivale a una gota de agua en el océano para una potencia económica como la UE, donde viven 500 millones de personas, en comparación con los esfuerzos de Turquía, Líbano y Jordania que albergan a más de 4 millones de refugiados, mayormente de Siria.
Pero pese a las escenas conmovedoras de niños ahogados cuyos cuerpecitos son arrojados por las olas a las playas, miles de personas corriendo para atravesar barreras de alambrados de púas o familias atestadas en trenes y autobuses, las 28 naciones no pudieron aprobar propuestas modestas, y mucho menos los medios de hacer frente a la mayor emergencia de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
Todo hace anticipar un áspero enfrentamiento cuando se reúnan los ministros del Interior de la UE el 14 de septiembre.
“Si todo se concentra en la distribución de refugiados en Europa no se solucionará el problema, y de hecho proyecta el mensaje de que es buena idea embarcarse en ese viaje peligroso”, afirmó el primer ministro británico David Cameron a los legisladores en Londres.
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