Las restricciones del gobierno de Haití a las
importaciones dominicanas generarán un encarecimiento de los productos
básicos en el mercado haitiano, advirtió el martes el representante de
la Unión Europea en República Dominicana.
"Sin duda pagarían siempre los mismos: la gente más desfavorecida" en Haití, dijo Alberto Navarro en declaraciones a periodistas.
El gobierno de Haití anunció que partir del 1 de octubre 23 productos básicos importados desde República Dominicana no podrán ingresar por tierra por la frontera bilateral, sino solamente en barco o avión por Puerto Príncipe y Cabo Haitiano.
La medida busca mejorar la recaudación de impuestos arancelarios a través de las oficinas aduaneras de los puertos y aeropuertos.
Navarro explicó que un análisis realizado por la delegación de la Unión Europea estimó que las nuevas disposiciones provocarán "un encarecimiento en torno al 40%" de las mercancías afectadas, entre otras la harina de trigo, el maíz, los aceites comestibles, el pan, el cemento y detergentes.
Navarro y Lorenzo Jiménez, representante de Naciones Unidas en Santo Domingo, sugirieron un diálogo entre las autoridades de ambos países.
La asociación de industriales de Haití saludó en un comunicado difundido en Puerto Príncipe la decisión del gobierno y consideró que la medida ayudará a promover las inversiones y crear fuentes de trabajo en el país más pobre del continente.
Pero autoridades y empresarios dominicanos sostuvieron que la disposición viola algunos acuerdos bilaterales, no ha sido comunicada de manera oficial e incrementará los precios finales de las mercancías.
Los 23 productos afectados representan ventas por unos 500 millones de dólares al año, la tercera parte del comercio bilateral y 6% de todas exportaciones dominicanas, según estadísticas oficiales.
José del Castillo, ministro de Comercio de República Dominicana, estimó que el traslado por avión o barco de los cargamentos duplicará los costos, encarecerá sus precios finales al consumidor y restará competitividad a las mercancías dominicanas en el mercado de Haití.
"Exhortamos al Consejo Binacional Quisqueya, compuesto por empresarios de ambos países, para que se sienten de nuevo a dialogar", urgió Ligia Bonetti, vicepresidente de la cúpula empresarial dominicana.
Las nuevas restricciones ocurren en momentos en que los dos países que comparten la isla La Hispaniola viven una ola de tensiones diplomáticas luego de que en agosto el gobierno dominicano comenzó a repatriar de manera voluntaria e involuntaria a los haitianos que no se acogieron a un programa temporal para obtener permiso migratorio.
De los cerca de 524.000 extranjeros que viven en República Dominicana, en su mayoría haitianos, sólo 288.500 se inscribieron en el programa y de ellos unos 210.000 cumplieron los requisitos para obtener el permiso para permanecer en el país. Los restantes deberán abandonar el territorio dominicano.
"Sin duda pagarían siempre los mismos: la gente más desfavorecida" en Haití, dijo Alberto Navarro en declaraciones a periodistas.
El gobierno de Haití anunció que partir del 1 de octubre 23 productos básicos importados desde República Dominicana no podrán ingresar por tierra por la frontera bilateral, sino solamente en barco o avión por Puerto Príncipe y Cabo Haitiano.
La medida busca mejorar la recaudación de impuestos arancelarios a través de las oficinas aduaneras de los puertos y aeropuertos.
Navarro explicó que un análisis realizado por la delegación de la Unión Europea estimó que las nuevas disposiciones provocarán "un encarecimiento en torno al 40%" de las mercancías afectadas, entre otras la harina de trigo, el maíz, los aceites comestibles, el pan, el cemento y detergentes.
Navarro y Lorenzo Jiménez, representante de Naciones Unidas en Santo Domingo, sugirieron un diálogo entre las autoridades de ambos países.
La asociación de industriales de Haití saludó en un comunicado difundido en Puerto Príncipe la decisión del gobierno y consideró que la medida ayudará a promover las inversiones y crear fuentes de trabajo en el país más pobre del continente.
Pero autoridades y empresarios dominicanos sostuvieron que la disposición viola algunos acuerdos bilaterales, no ha sido comunicada de manera oficial e incrementará los precios finales de las mercancías.
Los 23 productos afectados representan ventas por unos 500 millones de dólares al año, la tercera parte del comercio bilateral y 6% de todas exportaciones dominicanas, según estadísticas oficiales.
José del Castillo, ministro de Comercio de República Dominicana, estimó que el traslado por avión o barco de los cargamentos duplicará los costos, encarecerá sus precios finales al consumidor y restará competitividad a las mercancías dominicanas en el mercado de Haití.
"Exhortamos al Consejo Binacional Quisqueya, compuesto por empresarios de ambos países, para que se sienten de nuevo a dialogar", urgió Ligia Bonetti, vicepresidente de la cúpula empresarial dominicana.
Las nuevas restricciones ocurren en momentos en que los dos países que comparten la isla La Hispaniola viven una ola de tensiones diplomáticas luego de que en agosto el gobierno dominicano comenzó a repatriar de manera voluntaria e involuntaria a los haitianos que no se acogieron a un programa temporal para obtener permiso migratorio.
De los cerca de 524.000 extranjeros que viven en República Dominicana, en su mayoría haitianos, sólo 288.500 se inscribieron en el programa y de ellos unos 210.000 cumplieron los requisitos para obtener el permiso para permanecer en el país. Los restantes deberán abandonar el territorio dominicano.
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