jueves, 2 de octubre de 2014

EEUU aisla a familia de enfermo de ébola y vigila a un centenar de personas

ATLANTA (EE.UU.).- Las autoridades sanitarias de Estados Unidos aislaron hoy en su domicilio a la familia del enfermo de ébola en Dallas y ampliaron la vigilancia médica a cerca de un centenar de personas del entorno del infectado.

Aunque ningún familiar del enfermo, Thomas Eric Duncan, ha evidenciado síntomas de haber contraído el ébola, las autoridades pusieron en cuarentena a su pareja, su hijo y dos sobrinos bajo la amenaza de afrontar cargos criminales si abandonan el domicilio.

Todos ellos recibirán asistencia médica y comida en el domicilio hasta que el próximo 19 de octubre concluya el aislamiento a que les someten las autoridades sanitarias.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. no descartan que haya más casos de ébola entre las personas que estuvieron en contacto con el paciente, que llegó de Liberia el 20 de septiembre y fue ingresado el domingo 28.

"Seguimos confiados en que vamos a poder contener cualquier propagación del ébola en Estados Unidos, aunque sabemos que pueden surgir otros casos adicionales y, si esto ocurre, ya tenemos medidas establecidas para manejarlo", aseguró el director de los CDC, Thomas Frieden, en una conferencia de prensa en Atlanta (Georgia).

Expertos de los CDC se trasladaron a Texas para asistir en las labores de investigación e identificación de aquellos que pudieron estar en contacto con el enfermo y con las personas con las que él estuvo en contacto, que hasta ahora estiman pueden ser un cerca de un centenar.

Los CDC están sometiendo a dos revisiones diarias a quienes han sido identificados como personas en riesgo de contagiarse de la enfermedad, incluidos varios niños.

Entre los vigilados están las tres personas que trasladaron en la ambulancia a Duncan al hospital, y que han dado negativo a las pruebas de laboratorio que les practicaron.

Con el fin de disminuir el riesgo de contagio, se ha aislado a la familia de Duncan en su casa y se les ha prohibido recibir visitas durante los 21 días que dura la incubación de la enfermedad, y de no cumplir con las imposiciones podrían enfrentar cargos criminales.

"La familia no tiene ningún síntoma hasta ahora, ni creemos que puedan propagar la enfermedad a otros, pero necesitamos emitir la orden para poder estarlos vigilando adecuadamente", dijo en conferencia de prensa el comisionado de salud del Departamento de Salud de Texas, David Lakey.

Pero el aumento del número de personas que podrían haber estado en contacto con el paciente ha despertado el temor de contagio en la comunidad y ha provocado que muchos padres hayan optado por no llevar a sus hijos a las escuelas a las que acudían alguno de los cinco menores que estuvieron en contacto con Duncan.

Todo ello a pesar de que las autoridades escolares han tratado de calmar los ánimos y para ello enviaron personal de apoyo adicional a las cuatro escuelas afectadas y llevar a cabo una limpieza profunda de las instalaciones.

Frieden señaló que los registros de salida del aeropuerto en Monrobia a los que tuvieron acceso los CDC, determinaron que al paciente, Thomas Eric Duncan, se le tomó la temperatura antes de abordar el vuelo en Liberia y no tenía fiebre o presentaba síntomas, por lo que se le permitió viajar.

Sin embargo, las autoridades de Liberia analizan la posibilidad de presentar cargos a Duncan por presuntamente mentir al no señalar que había estado en contacto con personas contagiadas con al enfermedad.

Frieden descartó por ahora que se establezcan restricciones de viaje más severas o cuarentenas hacia los países más afectados por el brote y señaló que estas medidas podrían perjudicar más que ayudar a contener la enfermedad.

"Si aislamos a un país entero va a ser más difícil llevar ayuda y que las personas reciban esta ayuda, y eso solo haría que la enfermedad se propague más y a otros países", indicó Frieden.

Por su parte, United Airlines, la compañía con la que Duncan viajó desde Liberia a EE.UU., con escala en Bruselas, ha afirmado que está intentando localizar a las entre 300 y 400 personas que coincidieron con el paciente en los aviones y que espera concluir ese proceso en los próximos días.

Duncan llegó al hospital experimentando síntomas de la enfermedad por primera vez el 26 de septiembre, fecha en la que le recetaron antibióticos y le enviaron de regreso a su casa, aunque él indicó que había llegado recientemente de Liberia.

El paciente regresó al mismo hospital dos días después en una ambulancia cuando los síntomas de la enfermedad eran severos y fue ingresado en una sala aislada.

"Desafortunadamente no se hicieron las conexiones adecuadas en torno a historia de viaje y síntomas por las personas que trataron al paciente, y esto es una lección para todos los hospitales de Estados Unidos de prestar atención a la historia de viaje de los pacientes", aseveró Lakey.

Por este motivo, el Hospital Presbiteriano de Dallas, donde está internado Duncan, ha sido blanco de críticas por no haber diagnosticado de forma correcta al paciente en un principio y haberlo dejado ir, lo que podría haber favorecido que más personas hayan sido expuestas a esta virulenta enfermedad, que ya ha causado más de 3.000 muertes, la mayoría en Sierra Leona, Liberia y Guinea Conakry.

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