viernes, 13 de marzo de 2015

Mariano Germán: “la corrupción no se puede perdonar”

El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Mariano Germán, abogó porque los gobiernos adopten controles contra la corrupción, tras calificarla como un acto antiético imperdonable.
“La corrupción no se puede perdonar, porque es contraria a lo más elemental de sensibilidad social”, afirmó.
Dijo que siempre los gobiernos en el mundo entero tienen que buscar instrumentos de control, unas veces internos, otras veces externos, y otras veces de auto control a través de los valores éticos, porque la corrupción tiene una consecuencia, que en su opinión, es imperdonable.
“Perdónenme señores que lo diga aquí en público, no hay cosa que me moleste más que yo ver cosas, cogiéndose lo ajeno”, deploró.  
El presidente de la SCJ habló durante una charla que pronunció sobre el código de comportamiento ético, dirigida a jueces del poder judicial del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, al cual asistieron varios jueces de esa Alta Corte. 
 Agregó que el servidor que se coge lo del Estado  está afectando los servicios públicos. 
Consideró que el que roba atenta contra la salud, la educación y el desarrollo,  por lo cual insistió en que ese acto antiético no se puede perdonar.
Germán puso como ejemplo a gente que anda pidiendo y va donde él para que le gestione que le paguen una operación.
Indicó que si una persona se puede ganar un dinero que lo haga trabajando, pero que  si la ponen en cargos públicos “no comience a cogerse lo ajeno, porque eso no es tuyo”.  
Recalcó que los gobiernos tienen que tener lucha anticorrupción, tienen que desarrollar auto control, valores éticos, porque la ética es un antídoto contra la corrupción.
Explicó que la ética tiene una doble función:   evita la corrupción  en el servicio público e implica un compromiso y una participación del servidor en la solución de los problemas sociales.  
Sostuvo que algunos servidores públicos cuando administran bienes ajenos, caen en lo antiético, porque practican cohecho, nepotismo, acoso, deslealtad,  abuso de autoridad y hasta  incapacidad para ejercer el cargo.
Enfatizó que los actos antiéticos se llaman corrupción y que quien no hable de corrupción o no hable de la ética está equivocado. Expresó que el que hable de ética tiene que hablar de corrupción, porque en materia de servicio público es el principal acto anti ético. “El denominador común del acto de antieticidad se llama corrupción”, subrayó. 
En la charla, realizada en el auditorio de la SCJ, Germán destacó la importancia de modelar un comportamiento ético en el poder judicial.

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