Un día después del inicio de ejercicios militares masivos que ordenó con soldados y civiles, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, recibió poderes legislativos especiales para encarar la orden ejecutiva de su par de EE.UU., Barack Obama, que considera la situación del país caribeño como una "amenaza".
En un discurso frente a miles de manifestantes congregados ante el palacio presidencial con la convicción de que el decreto de Obama anticipa una agresión militar, Maduro recibió la autorización que el Parlamento aprobó mismo para que pueda gobernar vía decretos.
De esta forma podrá fortalecer el entramado de leyes ya existentes para plantarle cara a eventuales repercusiones del que llamó "enloquecido, infame, infausto y vergonzante" decreto de Obama.
Con los votos de la mayoría afín a su Gobierno y el rechazo de la minoría opositora, salvo un único diputado detractor de su gestión, la unicameral Asamblea Nacional (AN, Parlamento) aprobó en segunda y definitiva discusión la llamada "ley habilitante antiimperialista", que faculta al mandatario a redactar y sancionar leyes sin el concurso previo ni posterior de los diputados.
La delegación de poderes del Legislativo en el Ejecutivo fue decidido tras un debate parlamentario dominical seguido por miles de manifestantes oficialistas, reunidos en las afueras del parlamento y del palacio presidencial, ante quienes el gobernante venezolano juró no permitir que el territorio venezolano sea mancillado.
"O se está con Venezuela o se está con el imperio yanqui; este es momento de definiciones", remarcó tras pedir a Obama anular su decreto, en vigor desde el pasado lunes, mediante el cual el estadounidense considera a Venezuela una amenaza "extraordinaria" para la seguridad del país norteamericano y su política exterior.
A través de una "Orden Ejecutiva", Obama también identificó y sancionó con el bloqueo de bienes que podrían tener en EE.UU. a siete de un número no precisado de altos cargos venezolanos, a los que acusa de violar derechos humanos de opositores durante las protestas antigubernamentales registradas en Venezuela en 2014.
Esas protestas dejaron un saldo de 43 muertos, entre activistas de la oposición y del oficialismo, agentes de seguridad y particulares atrapados en una suerte de "fuego cruzado".
Maduro denuncia que esas protestas formaron parte de intentonas golpistas planificadas en Washington en su contra, en tanto que sobre lo actuado por Obama lo valoró como "el paso más agresivo, injusto y nefasto que jamás se haya dado contra Venezuela".
Los diputados opositores que rechazaron dar su voto a favor de la "ley habilitante antiimperialista", acusados por ello de fascistas y cómplices por sus colegas, advirtieron que Maduro podrá legislar con ella sobre "lo humano y lo divino".
No obstante, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), plataforma de partidos que aglutina a la mayoría de la oposición, señaló en un comunicado formal previo que Venezuela no representa "una amenaza" para otra nación, aunque matiza con que el Gobierno de Maduro sí ha vulnerado los derechos de sus nacionales.
Maduro también pidió a que al menos 10 de los 30 millones de sus compatriotas firmen una carta que anunció que próximamente enviará a Obama para exigirle la derogación de su decreto.
La carta complementará iniciativas nacionales ya adoptadas, entre ellas el masivo ejercicio militar que ordenó que se cumpla hasta finales de mes en toda Venezuela en previsión de un ataque, ante el cual "el imperialismo recibirá", remarcó Maduro, "la lección más grande que se haya visto".
El general Vladimir Padrino, jefe de la Fuerza Armada y ministro de Defensa, dijo en el mismo mitin que "no se pude descartar la agresión militar" y que ante ello "necesitamos ser valientes".
Maduro anunció a su vez que el próximo martes se reunirán en Caracas los gobernantes o sus representantes de los países de la Alianza para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) para definir "una posición frente a la Cumbre de las Américas de Panamá en abril próximo, en la que acudirá Obama y por primera vez Cuba.
Asimismo Maduro leyó las que llamó "históricas" resoluciones que en rechazo que ese mismo decreto fueron adoptadas este sábado de forma unánime en Ecuador por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y agradeció manifestaciones populares que dijo se han efectuado en diversos países en solidaridad con Venezuela.
En Estados Unidos "podrán tener una fuerza militar asesinada, pero Venezuela es una potencia moral que ellos (quienes gobiernan desde Washington) jamás podrán tener", añadió y pidió a los "pueblos hermanos del mundo" que mantengan "la movilización" y exijan "que Obama derogue el decreto que amenaza a Venezuela".
"¡No al decreto imperial!", exclamó y repitió que lo actuado por Obama ha sido "lo más grave de la historia contra Venezuela (...); el acto más vergonzoso, repugnante y agresivo que tengamos memoria".
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