El Banco Mundial sugirió a República Dominicana, por medio de un informe, que para seguir siendo competitiva deberá adoptar una serie de reformas a fin de mejorar la calidad de sus productos agrarios, fortalecer sus zonas francas y abrirse a nuevos mercados.
Señala que el país ha mejorado notablemente su diversificación de productos, pasando de un país dependiente del textil a uno con una base exportadora más diversificada, que incluye equipamiento médico, calzado, químicos y alimentos procesados, entre otros.
No obstante, destaca, Estados Unidos y Haití continúan concentrando el 70% de las exportaciones totales, y el crecimiento de las exportaciones desde el año 2000 fue menor que el registrado en Colombia, Honduras, Costa Rica, y El Salvador.
“En estos últimos años la República Dominicana logró posicionar bien sus exportaciones en términos de competitividad. Este diagnóstico identifica tres principales desafíos para ayudar al país a alcanzar su potencial en comercio exterior: los aspectos relativos a la calidad, la dualidad de la canasta exportadora, y una concentración excesiva en términos de mercados”, dijo Cecile Niang, economista principal del Banco Mundial para el Caribe en temas de Competitividad y Comercio.
El informe “Cómo mantener el dinamismo exportador en la República Dominicana”, pone de relieve que, a pesar del crecimiento de las exportaciones, la percepción de calidad de ciertos productos agrarios es inferior a las de otros países del tratado de libre comercio RD-CAFTA. Los productos dominicanos sufren también mayores tasas de rechazo en la frontera americana que los de otros países vecinos.
Según observa el informe, las Zonas Francas en la República Dominicana han dado ya unos primeros pasos para cumplir con la normativa de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que requiere la eliminación de subsidios de exportación.
En el mediano plazo, se debería considerar cómo reducir el tratamiento diferenciado a empresas fuera y dentro de las Zonas Francas, y aumentar el vínculo de las empresas extranjeras de las Zonas Francas con el resto de la economía, con el objetivo de lograr una mayor productividad y contribuir a la creación de empleos a nivel nacional.
Entre los principales desafíos en el escenario empresarial exportador que presenta el informe se encuentran el suministro eléctrico caro y poco confiable y la limitada existencia de mano de obra calificada. En cuanto a clima de negocios, se reconoce que se han producido en los últimos años ciertas mejoras en cuanto a facilidad para el comercio internacional y el pago de impuestos, si bien la República Dominicana sigue puntuando por debajo de otros países del Caribe en el Doing Business.
El informe resume tres áreas de oportunidades a fin de fomentar un crecimiento incluyente en aras de un mayor desarrollo económico en el país:
• Mejorar el acceso al mercado de los productos agrícolas puede contribuir a mitigar la pobreza rural. De los 40 tipos de productos a los que les ha sido otorgado acceso a EE.UU., el país exportó únicamente la mitad en 2012. Si bien la tasa de rechazos aduaneros en EE.UU. se ha reducido del 17% en 2002-04 a 8% en 2011-12, sigue siendo una de las más altas de los países miembros del RD-CAFTA. Los rechazos de los productos agrarios dominicanos se debieron a problemas con el uso de plaguicidas, salmonela e insalubridad-suciedad. Se necesitaría garantizar la participación de las instituciones dominicanas en los comités de la OMC, mejorar la infraestructura de inspección, y transmitir información relevante en toda la cadena de valor.
• Aprovechar la diversificación en las zonas francas para garantizar su contribución al desarrollo económico. Desde 2009 se observa un resurgimiento en las Zonas Francas con creación de más de 20,000 empleos en 2012. De acuerdo a las Encuestas de Empresas del Banco Mundial (www.enterprisesurveys.org), las empresas extranjeras en R.D. importan cerca del 70% de lo que consumen, comparado con un promedio del 58% en CAFTA. Las empresas en Zonas Francas pueden ser un ejemplo de éxito para otros exportadores en el territorio nacional. Sería necesario tratar de reducir las barreras (logísticas, administrativas) entre los suministradores dominicanos y las empresas en Zonas Francas, para mejorar la productividad.
• Aprobar una estrategia nacional de apoyo al exportador para abrir nuevos mercados. Se identifica, entre otras, la posibilidad de exportar equipamiento médico, hierro y acero, y químicos y plásticos a China y Brasil. Una estrategia nacional podría ayudar a alinear los planes de diversas instituciones a cargo de la atracción de inversión y la promoción de exportaciones, y garantizar mejor impacto y coordinación en el sector.
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