MONTEVIDEO.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA),
Luis Almagro, dijo hoy en Montevideo que el organismo ha de “limpiar
algunas manchas históricas que pueda tener” e involucrarse en los
principales asuntos del continente, que son “democracia y derechos
humanos”.
“La OEA tiene que involucrarse en los principales asuntos del continente, que son de democracia y derechos humanos y que son sensibles para los países, pero tampoco nos podemos esconder detrás de un escritorio y papeles”, aseveró el excanciller uruguayo en declaraciones a Radio Espectador.
“Tenemos que llevar la acción al terreno y generar resultados a partir de esa acción y tenemos que limpiar algunas manchas históricas que pueda tener la organización”, agregó.
Estas declaraciones se producen un día después de que Almagro deplorase en República Dominicana los actos de la organización interamericana que “validaron” en 1965 la invasión estadounidense en ese país caribeño y “la intervención en este país torciendo el camino soberano elegido por su pueblo”.
“Eso era algo que llevó 50 años (reconocerlo). Terminar de poner un punto histórico final sobre esto”, dijo hoy el excanciller.
A su juicio, “nadie va a reemplazar lo que perdió República Dominicana ni enderezar el rumbo que se le torció en su momento en su destino político y soberano pero sí son responsabilidades que uno tiene que asumir”.
“Como asumir el diálogo político y social en Honduras o enviar una misión para evaluar el tema migratorio entre República Dominicana y Haití”, añadió.
“Tenemos que seguir trabajando cada uno de estos temas. Van a generar sensibilidades pero forman parte del papel de la OEA. Y lo importante es que después de estos casos tenemos resultados y voces positivas respecto al trabajo de la OEA y las soluciones aportadas”.
Almagro se refirió también al restablecimiento de las relaciones entre Cuba y EE.UU., pero señaló que hasta que este último país no levante el embargo “todo va a ser a marchas forzadas” y las dificultades de ir construyendo mejores condiciones económicas en la isla “van a estar limitadas”.
“El papel de la OEA va a ser de expectativa y con iniciativa de construir una agenda de diálogo que nos permita ir resolviendo algunos de los principales temas o dificultades que puede tener Cuba para su reingreso pleno al sistema interamericano”, lo que, según dio, “no es fácil”.
A su juicio, la de ahora “es una agenda regional y global intensa pero que tiene siempre aspectos positivos y sustanciales”.
“El giro que han tenido las relaciones entre EE.UU. y Cuba lo demuestra y eso un poco marca el resto del dialogo en la región y elimina uno de los principales problemas hemisféricos”, agregó.
Almagro fue consultado también por las críticas que recibió del Gobierno venezolano por haber recibido en Washington al opositor y excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles, quien pidió al organismo que envíe observadores a las elecciones legislativas de diciembre para garantizar la “transparencia”.
“El presidente (Nicolás) Maduro, un domingo previo a la reunión que yo iba a tener con Capriles el lunes me planteó una disyuntiva pero de una manera muy educada y nosotros lo tomamos de tal forma”, dijo Almagro sobre el tema.
“Teníamos esa reunión agendada y para nosotros era importante porque nosotros habíamos dicho cuando asumí que íbamos a ser Gobierno y oposición, que íbamos a ser la voz del que no tenía voz y el más discriminado de los discriminados y que íbamos a trabajar por condiciones de igualdad para todos en materia de derechos”, indicó.
Almagro se encuentra hoy en Montevideo para participar en el seminario internacional “Nuevos enfoques en políticas de drogas en el siglo XXI”.
“La OEA tiene que involucrarse en los principales asuntos del continente, que son de democracia y derechos humanos y que son sensibles para los países, pero tampoco nos podemos esconder detrás de un escritorio y papeles”, aseveró el excanciller uruguayo en declaraciones a Radio Espectador.
“Tenemos que llevar la acción al terreno y generar resultados a partir de esa acción y tenemos que limpiar algunas manchas históricas que pueda tener la organización”, agregó.
Estas declaraciones se producen un día después de que Almagro deplorase en República Dominicana los actos de la organización interamericana que “validaron” en 1965 la invasión estadounidense en ese país caribeño y “la intervención en este país torciendo el camino soberano elegido por su pueblo”.
“Eso era algo que llevó 50 años (reconocerlo). Terminar de poner un punto histórico final sobre esto”, dijo hoy el excanciller.
A su juicio, “nadie va a reemplazar lo que perdió República Dominicana ni enderezar el rumbo que se le torció en su momento en su destino político y soberano pero sí son responsabilidades que uno tiene que asumir”.
“Como asumir el diálogo político y social en Honduras o enviar una misión para evaluar el tema migratorio entre República Dominicana y Haití”, añadió.
“Tenemos que seguir trabajando cada uno de estos temas. Van a generar sensibilidades pero forman parte del papel de la OEA. Y lo importante es que después de estos casos tenemos resultados y voces positivas respecto al trabajo de la OEA y las soluciones aportadas”.
Almagro se refirió también al restablecimiento de las relaciones entre Cuba y EE.UU., pero señaló que hasta que este último país no levante el embargo “todo va a ser a marchas forzadas” y las dificultades de ir construyendo mejores condiciones económicas en la isla “van a estar limitadas”.
“El papel de la OEA va a ser de expectativa y con iniciativa de construir una agenda de diálogo que nos permita ir resolviendo algunos de los principales temas o dificultades que puede tener Cuba para su reingreso pleno al sistema interamericano”, lo que, según dio, “no es fácil”.
A su juicio, la de ahora “es una agenda regional y global intensa pero que tiene siempre aspectos positivos y sustanciales”.
“El giro que han tenido las relaciones entre EE.UU. y Cuba lo demuestra y eso un poco marca el resto del dialogo en la región y elimina uno de los principales problemas hemisféricos”, agregó.
Almagro fue consultado también por las críticas que recibió del Gobierno venezolano por haber recibido en Washington al opositor y excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles, quien pidió al organismo que envíe observadores a las elecciones legislativas de diciembre para garantizar la “transparencia”.
“El presidente (Nicolás) Maduro, un domingo previo a la reunión que yo iba a tener con Capriles el lunes me planteó una disyuntiva pero de una manera muy educada y nosotros lo tomamos de tal forma”, dijo Almagro sobre el tema.
“Teníamos esa reunión agendada y para nosotros era importante porque nosotros habíamos dicho cuando asumí que íbamos a ser Gobierno y oposición, que íbamos a ser la voz del que no tenía voz y el más discriminado de los discriminados y que íbamos a trabajar por condiciones de igualdad para todos en materia de derechos”, indicó.
Almagro se encuentra hoy en Montevideo para participar en el seminario internacional “Nuevos enfoques en políticas de drogas en el siglo XXI”.
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