viernes, 2 de enero de 2015

Varios muertos de avión de AirAsia, aún sujetos a asientos

Después de casi una semana de búsqueda y lucha con las lluvias del monzón, los equipos de recuperación de cadáveres del vuelo 8501 de AirAsia tuvieron el viernes su jornada más productiva, triplicando hasta el momento el número de cuerpos sacados del mar de Java. Un oficial de la Marina de Indonesia dijo que algunos de los muertos seguían atados a sus asientos.
De los 30 cadáveres recuperados hasta ahora, 21 fueron encontrados el viernes, muchos de ellos por un buque de la Armada, informaron los funcionarios.
El Airbus A320 transportaba a 162 pasajeros y tripulantes cuando se estrelló en el mar de Java el domingo, mientras estaba a medio camino de su vuelo de dos horas entre Surabaya —la segunda ciudad más grande de Indonesia— y Singapur.
Minutos antes de perder contacto, el piloto dijo al control de tráfico aéreo que se estaba aproximando a nubes de tormenta, pero la torre le negó el permiso para subir a una altitud mayor a causa del alto tráfico aéreo.
Sigue siendo un misterio qué provocó que la aeronave cayera al mar.
El coronel Yayan Sofiyan, comandante del buque de guerra Bung Tomo, dijo a la televisora MetroTV que cinco de los cuerpos rescatados por su tripulación aún estaban fijos a sus asientos.
Por su parte, el director de los equipos de búsqueda y rescate de Indonesia Henry Bambang Soelistyo dijo que él sabía sólo de dos víctimas recuperadas del mar que aún estaban sujetas a sus asientos. Añadió que un total de 30 cuerpos han sido recuperados.
Los equipos de rescate esperan que muchas de las personas que iban en el avión sigan dentro del fuselaje, que no ha sido localizado.
Varios países que participan en la búsqueda utilizan equipos de sonar y detectores de metales para buscar los restos de la nave —y sus "cajas negras", los dispositivos que graban datos de vuelo y voces en cabina— en el fondo del océano, relativamente poco profundo.
Soelistyo estimó que el fuselaje está a una profundidad de entre 25 y 30 metros (entre 80 y 100 pies).
Los restos del avión serán clave para explicar qué pudo provocar el accidente del vuelo 8501. La grabadora de datos contiene información crucial como la temperatura del motor, la velocidad vertical y horizontal y cientos de mediciones más. La grabadora de voz captura las conversaciones entre los pilotos y otros sonidos procedentes de la cabina.
"Nos centraremos en la detección submarina", dijo Soelistyo.
Un helicóptero del buque Sampson de la Armada de Estados Unidos llevó cinco cadáveres a Pangkalan Bun, la localidad más próxima a la zona de búsqueda, donde fueron descargados y transportados en ambulancias.
Bambang Soelistyo añadió que barcos de Indonesia, Malasia, Singapur y Estados Unidos estaban en la zona desde antes del amanecer del viernes para intentar localizar restos y las importantes cajas negras del avión.
El investigador de seguridad aérea indonesio Toos Saniotoso dijo que el mal tiempo, que ha dificultado la búsqueda en los últimos días, sigue siendo una preocupación. Los pronósticos hasta el domingo son de lluvia, vientos fuertes y olas de hasta cuatro metros (13 pies). Las fuertes corrientes marinas mantienen los restos en movimiento.
Nueve aviones, muchos de ellos con equipos de detección de metales, rastrean también una zona de 13.500 kilómetros cuadrados (8.380 millas cuadradas) a la altura de la costa de Pangkalan Bun. Dos barcos japoneses con tres helicópteros están de camino a ese punto, añadió Soelistyo.
El vicemariscal del Aire Sunarbowo Sandi dijo el viernes antes de embarcar en un Hércules C-130 que en cuanto se encuentre el fuselaje, se enviarán buzos para recuperar a pasajeros y tripulación.
Hasta el momento, solo los restos de una de las víctimas del accidente fueron devueltos a su familia el jueves, uno de los muchos dolorosos reencuentros que quedan por llegar. La identidad de Hayati Lutfiah Hamid fue confirmada por sus huellas dactilares y otros medios, dijo el coronel Budiyono de la Unidad de Identificación de Víctimas de Desastres de Java Oriental.
El viernes es el día sagrado de la semana para los musulmanes. Tras las oraciones del viernes, más de 200 musulmanes celebraron una corta plegaria por las víctimas del vuelo de AirAsia en una mezquita próxima al hospital de la policía de Surabaya donde se guardan los cuerpos.
"Rezamos para que los pasajeros de esta tragedia de AirAsia sean recibidos por Alá y que todos sus pecados sean perdonados por Alá", dijo el imán.

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