El popular videojuego Pokémon Go facilita a pederastas y otros delincuentes sexuales el acceso a posibles víctimas, según denunciaron hoy dos miembros del Senado estatal de Nueva York, que propusieron nuevas normas para tratar de garantizar la protección de los niños.
Los senadores Jeff Klein y Diane Savino presentaron una investigación según la cual Pokémon Go lleva en muchas ocasiones a sus jugadores a acercarse a las casas de esos delincuentes.
A diferencia de otros videojuegos, éste lleva a los jugadores a salir a las calles para encontrar los pokémones, que aparecen en la pantalla del móvil al paso por distintos puntos del mundo real.
Según los datos presentados por Klein y Savino, en la investigación llevada a cabo en Nueva York se materializaron criaturas virtuales frente al domicilio de delincuentes sexuales en un 57 % de los casos.
Además, en un 59 % de las veces la vivienda de un pedófilo condenado tenía a menos de media manzana de distancia otros puntos que atraen a los jugadores como las "pokeparadas" y los gimnasios.
Según los senadores, Pokémon Go, además, ofrece a los pederastas una suerte de mapa para saber dónde puede haber niños persiguiendo a las populares criaturas de ficción.
"Mientras los niños creen que están fuera para cazar un pokemon, lo que puede estar acechando es un depredador en lugar de un Pikachu", advirtió en un comunicado Klein.
Para el senador, "no tiene ningún sentido dar a peligrosos depredadores sexuales una hoja de ruta virtual sobre dónde se concentran niños".
En respuesta, los dos políticos anunciaron hoy que van a plantear al Senado estatal una ley para prohibir que algunos delincuentes sexuales -muchos de los cuales ya tienen vetadas las redes sociales- utilicen juegos de realidad aumentada.
En paralelo, propondrán otra medida para obligar a los desarrolladores de estos juegos de realidad aumentada a verificar las direcciones de personas condenas por delitos sexuales y a retirar todos los objetivos en un radio de 100 pies (unos 30 metros) alrededor de sus domicilios.
La investigación presentada hoy se centró en 100 delincuentes sexuales de grado 2 y 3 que cometieron crímenes contra niños o que fueron condenados por posesión de pornografía infantil.
Todos ellos, según los senadores, están en libertad condicional y tienen prohibido vivir a menos de 1.000 pies (unos 300 metros) de escuelas.
"Es peligroso dejar a nuestros niños merodear frente a las casas de delincuentes sexuales para jugar un juego y es absurdo que un depredador de alto nivel pueda tener este mapa en su mano", insistió Savino en una nota.
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