JOHANNESBURGO. Los guardas del mayor parque natural de Sudáfrica están sacrificando a unos 350 hipopótamos y búfalos en un intento de mitigar el efecto de la mayor sequía en la zona en más de tres décadas.
El número de hipopótamos y búfalos en el parque nacional Kruger, de unos 7.500 y 47.000 respectivamente, está en su nivel más alto registrado, señaló el servicio de parques nacionales. Las autoridades tienen previsto entregar la carne de los animales a las comunidades pobres asentadas en el perímetro del parque.
La sequía que afecta al sur de África, descrita como la peor en 35 años, hace que millones de personas en varios países necesiten ayuda alimentaria.
Las dos especies consumen gran cantidad de vegetación y se espera que muchos de los animales mueran de todos modos por la sequía, explicó el portavoz del servicio de parques, Ike Phaahla. Una sequía a principios de la década de 1990 redujo en más de la mitad la población de búfalos del parque Kruger, a unos 14.000 ejemplares, pero las manadas se recuperaron después.
Los guardas se centran en hipopótamos en “pequeñas piscinas naturales, donde se concentran en una alta densidad no natural y defecan en el agua, que queda inservible para otros animales”, explicó Phaahla en un correo electrónico a The Associated Press.
El servicio de Parques señaló que la sequía es una forma natural de regular las poblaciones de animales salvajes. A principios de año, no había ningún plan de acción para intentar salvar a especies que habitan en Kruger, pero el impacto de la sequía se ha intensificado. Los hipopótamos son especialmente problemáticos porque no se pueden alimentar tanto como otros animales, regresando al agua durante el día tras comer en la noche.
Por CHRISTOPHER TORCHIA
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