Hace 55 años un grupo de siete hombres puso fin a la vida del dictador Rafael Leonidas Trujillo, la noche del 30 de mayo de 1961.
Con la muerte del dictador Trujillo la República Dominicana abrió sus puertas a la libertad y la democracia, pero sin embargo, hoy en día los crímenes por los que se caracterizó su régimen permanecen impunes y muchos de sus personeros hacen vida activa en la política criolla y no pocos esconden simpatías con el sátrapa.
Trujillo y su familia amasaron una enorme riqueza, adquiriendo propiedades que incluían tierras ganaderas a gran escala y se vincularon a la producción de carne y leche, operaciones que pronto evolucionaron hacia el monopolio.
Otras industrias de su propiedad fueron: azúcar, sal, tabaco, madera y lotería. Ya para 1937, el ingreso anual de Trujillo rondaba el millón y medio de dólares y en 1940 ya se había adueñado de la mayoría de las empresas dominicanas, creando un monopolio en el país. Para 1960 era dueño del 60% de la industria azucarera dominicana.
Se dice que llegó a acumular una fortuna personal estimada en unos 800 millones de dólares, lo cual lo colocó entre los seis hombres más ricos del mundo. En el momento de su muerte, en el país había más de 111 empresas de su propiedad.
La conspiración contra Trujillo incluía su eliminación física y luego un golpe de Estado para desmembrar de raíz la dictadura y tras llamar a elecciones libre restablecer la democracia.
Tras 31 años de dictadura, y luego del fracaso de la invasión de Constanza, Maimón y Estero Hondo, el 14 de junio de 1949, así como del asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, un grupo de hombres se dio a la tarea de poner fin a la satrapía.
Figuran en su larga lista de crímenes el asesinato en Nueva York del periodista vasco Jesús de Galíndez y del intelectual Ramón Marrero Aristy.
Los complotados eran Salvador Estrella Sadhalá, Antonio Imbert Barreras, Roberto Pastoriza Antonio de la Maza, Huáscar Tejeda, teniente Amado García Guerrero, Pedro Livio Cedeño, Luis Manuel Cáceres y Luis Amiama Tió.
Estos dos últimos no pudieron estar en la noche del 30 de mayo. Para la ejecución del golpe de Estado se contaba con el mayor general José René Román García (Pupo), entonces secretario de las Fuerzas Armadas, quienes fueron también asesinados por los personeros de Trujillo, encabezados por su hijo Ramfis.
Muerto el dictador Trujillo, en 1962 se aprobó la Ley 58-80, la cual proscribe las actividades que promuevan el culto a su figura.
Con la muerte del dictador Trujillo la República Dominicana abrió sus puertas a la libertad y la democracia, pero sin embargo, hoy en día los crímenes por los que se caracterizó su régimen permanecen impunes y muchos de sus personeros hacen vida activa en la política criolla y no pocos esconden simpatías con el sátrapa.
Trujillo y su familia amasaron una enorme riqueza, adquiriendo propiedades que incluían tierras ganaderas a gran escala y se vincularon a la producción de carne y leche, operaciones que pronto evolucionaron hacia el monopolio.
Otras industrias de su propiedad fueron: azúcar, sal, tabaco, madera y lotería. Ya para 1937, el ingreso anual de Trujillo rondaba el millón y medio de dólares y en 1940 ya se había adueñado de la mayoría de las empresas dominicanas, creando un monopolio en el país. Para 1960 era dueño del 60% de la industria azucarera dominicana.
Se dice que llegó a acumular una fortuna personal estimada en unos 800 millones de dólares, lo cual lo colocó entre los seis hombres más ricos del mundo. En el momento de su muerte, en el país había más de 111 empresas de su propiedad.
La conspiración contra Trujillo incluía su eliminación física y luego un golpe de Estado para desmembrar de raíz la dictadura y tras llamar a elecciones libre restablecer la democracia.
Tras 31 años de dictadura, y luego del fracaso de la invasión de Constanza, Maimón y Estero Hondo, el 14 de junio de 1949, así como del asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, un grupo de hombres se dio a la tarea de poner fin a la satrapía.
Figuran en su larga lista de crímenes el asesinato en Nueva York del periodista vasco Jesús de Galíndez y del intelectual Ramón Marrero Aristy.
Los complotados eran Salvador Estrella Sadhalá, Antonio Imbert Barreras, Roberto Pastoriza Antonio de la Maza, Huáscar Tejeda, teniente Amado García Guerrero, Pedro Livio Cedeño, Luis Manuel Cáceres y Luis Amiama Tió.
Estos dos últimos no pudieron estar en la noche del 30 de mayo. Para la ejecución del golpe de Estado se contaba con el mayor general José René Román García (Pupo), entonces secretario de las Fuerzas Armadas, quienes fueron también asesinados por los personeros de Trujillo, encabezados por su hijo Ramfis.
Muerto el dictador Trujillo, en 1962 se aprobó la Ley 58-80, la cual proscribe las actividades que promuevan el culto a su figura.
Honrarán a los héroes del 30 de Mayo
El 55 aniversario del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo será recordado hoy en un acto conmemorativo organizado por la Fundación Héroes del 30 de Mayo, a partir de las 5:00 de la tarde, con el apoyo de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias y otras fundaciones patrióticas. Tendrá lugar en el monumento erigido en honor de los héroes en la autopista 30 de Mayo. Se espera la participación de destacadas personalidades.
El 55 aniversario del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo será recordado hoy en un acto conmemorativo organizado por la Fundación Héroes del 30 de Mayo, a partir de las 5:00 de la tarde, con el apoyo de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias y otras fundaciones patrióticas. Tendrá lugar en el monumento erigido en honor de los héroes en la autopista 30 de Mayo. Se espera la participación de destacadas personalidades.
0 comentarios:
Publicar un comentario