EL CAIRO. Un avión de la compañía egipcia Egyptair, que cubría la ruta París-El Cairo, se estrelló esta madrugada en el mar Mediterráneo con 66 personas a bordo, tras perder el contacto con los controladores del aeropuerto de la capital egipcia y desaparecer de los radares.
El aparato, un Airbus A320, desapareció del radar sobre las 02.45 hora local (00.45 GMT) tras penetrar en el espacio aéreo egipcio poco más de un kilómetro y cuando se encontraba a unos 280 kilómetros de la costa egipcia, según las autoridades de este país.
En su interior viajaban 30 egipcios y 15 franceses, entre otras nacionalidades.
De sus ocupantes, 56 eran pasajeros, siete, tripulantes y tres agentes de seguridad.
Tras varias horas sin que se conociera cuál había sido la suerte del avión, dado por desaparecido, el presidente francés, François Hollande, anunció que el Airbus “se ha estrellado”.
En una rueda de prensa en París, Hollande insistió en que no hay que descartar ninguna hipótesis, incluida la terrorista, y agregó que, de acuerdo con las informaciones que Francia ha recopilado con Egipto, se confirma “desgraciadamente, que este avión se ha estrellado”.
No obstante, tanto las autoridades galas como las egipcias han pedido que no se hagan conjeturas sobre las causas de la desaparición del aparato, hasta que no se tengan más informaciones.
Por su parte, e ministro griego de Defensa, Panos Kamenos, manifestó que los restos del aparato se están buscando al sur de la isla griega de Karpatos.
En una rueda de prensa, Kamenos señaló que Grecia y Egipto están realizando una amplia operación de búsqueda en una zona marítima situada al sur de esa isla, aunque dentro de la zona de responsabilidad egipcia.
El ministro explicó que el avión estaba unas 10 a 15 millas dentro del espacio aéreo egipcio cuando bajó de unos 37.000 a unos 15.000 pies y se perdió de los radares.
Varios pilotos contactados por Efe mostraron su extrañeza por la repentina pérdida de contacto entre la tripulación y la torre de control, así como por el hecho de que el avión se hubiera esfumado de los radares.
Según las fuentes, que no quisieron hacer conjeturas, la combinación de ambos hechos refleja que el accidente se debió a algo “catastrófico”.
El Airbus A320 de la compañía Egyptair se había fabricado en 2003 y desde su entrada en servicio había acumulado unas 48.000 horas de vuelo.
Según el constructor aeronáutico europeo Airbus el avión fue entregado a Egyptair en noviembre de 2003 después de salir de la cadena de montaje y sus reactores eran del tipo IAE.
El A320 es uno de los modelos de la familia de aviones de pasillo único del fabricante europeo (los otros son el A318, el A319 y el A321), y el primero entró en servicio en marzo de 1988.
El pasado 31 de octubre, un Airbus A321 de la compañía rusa MetroJet (Kogalymavia) se estrelló en la península egipcia del Sinaí con 224 personas a bordo, tras registrarse una explosión en su interior, que fue reivindicada por la rama egipcia del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Dicho siniestro llevó a varios países a imponer restricciones de vuelo con el país norteafricano por motivos de seguridad, como Rusia, que prohibió volar en su territorio a la aerolínea Egyptair.
Además, el pasado marzo, un vuelo de Egyptair fue secuestrado poco después de partir de Alejandría (Egipto) rumbo a El Cairo, cuando uno de los pasajeros obligó al comandante a aterrizar en Larnaca tras amenazar con un cinturón de explosivos, que resultó ser falso.
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