El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy que
el embargo económico impuesto por su país a Cuba es "el legado de una
política fallida", al volver a urgir al Congreso a que lo levante, en el
primer aniversario del inicio del proceso de acercamiento y
normalización bilateral.
En un comunicado con motivo del aniversario, Obama reiteró también que el "cambio" en Cuba no ocurrirá "de la noche a la mañana" y que la normalización completa de las relaciones "será un largo viaje".
Obama destacó los "importantes pasos" que se han dado en el último año para normalizar las relaciones, entre ellos el restablecimiento de los lazos diplomáticos con la reapertura de las embajadas en Washington y La Habana, facilitar más viajes y comercio con Cuba, y "conectar a más estadounidenses y cubanos".
Además, gracias al giro en la política hacia Cuba, Estados Unidos está "en una posición más fuerte" para relacionarse "con los pueblos y gobiernos" de todo el continente, según Obama.
"Seguimos teniendo diferencias con el gobierno cubano, pero las planteamos directamente y siempre defenderemos los derechos humanos y los valores universales que apoyamos en todo el mundo", subrayó el presidente.
El 17 de diciembre de 2014, Obama y su homólogo de Cuba, Raúl Castro, anunciaron el inicio de un proceso histórico para normalizar las relaciones bilaterales, tras más de medio siglo de enemistad.
Hoy los dos gobiernos anunciaron que han llegado a un acuerdo para reanudar los vuelos comerciales directos entre los dos países, que se suma a otro, cerrado la semana pasada, para restablecer el servicio postal directo a través de un plan piloto de transporte de correo y paquetería.
No obstante, todavía quedan cuestiones muy complejas por resolver como las compensaciones económicas mutuas y persisten importantes diferencias entre los dos países en asuntos como inmigración y derechos humanos.
En cuanto al embargo económico sobre la isla, aunque Obama ha tomado medidas ejecutivas para flexibilizar los viajes y algunas transacciones comerciales, su levantamiento completo depende del Congreso de EE.UU., controlado hoy en su totalidad por los republicanos, que se oponen mayoritariamente a su eliminación.
Según remarcó hoy Obama, el Congreso de EE.UU. "puede apoyar una vida mejor para los cubanos" con el levantamiento de ese embargo.
En un comunicado con motivo del aniversario, Obama reiteró también que el "cambio" en Cuba no ocurrirá "de la noche a la mañana" y que la normalización completa de las relaciones "será un largo viaje".
Obama destacó los "importantes pasos" que se han dado en el último año para normalizar las relaciones, entre ellos el restablecimiento de los lazos diplomáticos con la reapertura de las embajadas en Washington y La Habana, facilitar más viajes y comercio con Cuba, y "conectar a más estadounidenses y cubanos".
Además, gracias al giro en la política hacia Cuba, Estados Unidos está "en una posición más fuerte" para relacionarse "con los pueblos y gobiernos" de todo el continente, según Obama.
"Seguimos teniendo diferencias con el gobierno cubano, pero las planteamos directamente y siempre defenderemos los derechos humanos y los valores universales que apoyamos en todo el mundo", subrayó el presidente.
El 17 de diciembre de 2014, Obama y su homólogo de Cuba, Raúl Castro, anunciaron el inicio de un proceso histórico para normalizar las relaciones bilaterales, tras más de medio siglo de enemistad.
Hoy los dos gobiernos anunciaron que han llegado a un acuerdo para reanudar los vuelos comerciales directos entre los dos países, que se suma a otro, cerrado la semana pasada, para restablecer el servicio postal directo a través de un plan piloto de transporte de correo y paquetería.
No obstante, todavía quedan cuestiones muy complejas por resolver como las compensaciones económicas mutuas y persisten importantes diferencias entre los dos países en asuntos como inmigración y derechos humanos.
En cuanto al embargo económico sobre la isla, aunque Obama ha tomado medidas ejecutivas para flexibilizar los viajes y algunas transacciones comerciales, su levantamiento completo depende del Congreso de EE.UU., controlado hoy en su totalidad por los republicanos, que se oponen mayoritariamente a su eliminación.
Según remarcó hoy Obama, el Congreso de EE.UU. "puede apoyar una vida mejor para los cubanos" con el levantamiento de ese embargo.
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