El presidente de EE.UU., Barack Obama, espera poder visitar Cuba en 2016, en su último año de mandato, pero solo hará ese viaje si se dan las condiciones para reunirse con disidentes en la isla, según dijo en una entrevista con el portal Yahoo divulgada hoy.
"Si voy de visita (a Cuba), parte del trato es que voy a poder hablar con todo el mundo", explicó Obama en la entrevista, realizada en vísperas del primer aniversario del anuncio histórico del inicio del proceso para normalizar las relaciones bilaterales entre EE.UU. y el país caribeño.
"He dejado muy claro en mis conversaciones directamente con el presidente (Raúl) Castro que continuaríamos contactando con aquellos que quieren ampliar el alcance de la libertad de expresión dentro de Cuba", afirmó.
Obama insistió en que está "muy interesado" en visitar Cuba y detalló que tomará una decisión al respecto "en los próximos meses".
"Si, de hecho, puedo decir con confianza que estamos viendo progresos en la libertad y posibilidades para los cubanos de a pie, me gustaría usar una visita como una forma de enfatizar ese progreso", indicó el presidente.
Pero "si vamos hacia atrás, no hay motivos para que yo esté allí. No estoy interesado en validar el statu quo", matizó.
El 17 de diciembre de 2014, Obama y Raúl Castro anunciaron el inicio de un proceso para normalizar las relaciones bilaterales que desembocó, en julio, en la apertura de las embajadas en La Habana y Washington tras más de medio siglo de enemistad.
La semana pasada, los dos países dieron un paso más hacia la normalización completa con el anuncio de un acuerdo para restablecer el servicio postal directo a través de un plan piloto de transporte de correo y paquetería.
También se están negociando acuerdos para establecer vuelos comerciales regulares entre EE.UU. y Cuba y, a finales de noviembre, representantes de los dos Gobiernos mantuvieron en Washington una reunión centrada en la migración y otra sobre el combate al narcotráfico.
En medio de la crisis de los miles de cubanos varados en Centroamérica, Cuba está urgiendo a EE.UU. a que ponga fin a su ley de Ajuste Cubano, vigente desde 1966 y que, junto con la política de "pies secos/pies mojados", privilegia a los cubanos que logran llegar a territorio estadounidense.
No obstante, Estados Unidos se ha negado hasta ahora a hacer cambios a esa política, incluso después del restablecimiento de las relaciones con Cuba.
Otro de los temas que sigue obstaculizando la normalización plena es el embargo económico que pesa sobre Cuba y cuyo levantamiento completo depende del Congreso de EE.UU., aunque Obama ha tomado medidas ejecutivas para flexibilizar los viajes y algunas transacciones comerciales con la isla.
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