SANTA FE, TEXAS. Dimitrios Pagourtzis, quien según la policía mató a 10 personas el viernes en su escuela secundaria de Texas, publicó hace poco en Facebook una foto con una camiseta con la leyenda: “Nacido para matar”.
En su página en la red social también aparecía una chaqueta negra con varias insignias, incluida una cruz de hierro alemana, un símbolo de la Primera Guerra Mundial popular entre algunos nacionalistas blancos en Estados Unidos.
Pero hay pocos indicios de por qué Pagourtzis abrió fuego el viernes al inicio de la jornada escolar en su escuela secundaria de Santa Fe, Texas, una zona rural a medio camino entre Houston y el Golfo de México.
La policía dijo que no había nada en este chico, que según los medios estadounidenses tiene 17 años, que le hubiera llamado la atención, aunque el ataque estaba claramente planeado.
El joven entró a la escuela con una escopeta y un revólver debajo de su abrigo y disparó contra sus compañeros. Mató a 10, en su mayoría estudiantes, e hirió a otros 10 antes de rendirse.
También había colocado artefactos explosivos caseros en la escuela, pero aparentemente ninguno detonó.
La información de su teléfono celular y computadora mostró que “no solo quería cometer el ataque, sino que quería suicidarse después”, dijo en rueda de prensa el gobernador de Texas, Greg Abbott.
“Se entregó y admitió que en ese momento no tenía el coraje de suicidarse”.
Football americano, infante de marina
Según Abbott, Pagourtzis no tenía antecedentes penales, ni registros policiales. Tampoco poseía armas de fuego registradas a su nombre; las que usó en el tiroteo estaban a nombre su padre.
“Las luces rojas que hemos visto en otros tiroteos eran inexistentes o muy imperceptibles. Había en su página de Facebook una camiseta que decía “Nacido para matar”. Esa sería quizás la única señal de advertencia”, dijo.
El joven de tez blanca y cabello castaño es hijo de un inmigrante griego que aparentemente trabaja en el negocio de los suministros marinos.
La fotografía en su página de Facebook, que ya fue retirada, mostraba a Pagourtzis con una camiseta negra y una gorra de béisbol negra con un símbolo de paz.
Al parecer ya había definido sus planes para cuando se graduara de la secundaria en 2019: quería sumarse al cuerpo de Infantes de Marina de Estados Unidos.
El joven vivía con su familia en el área de la escuela, ubicada a 50 kilómetros al sureste de Houston, una región que sufrió algunas de las peores inundaciones del huracán Harvey el año pasado.
En un estado donde el football americano es un deporte muy popular, había jugado como liniero defensivo en los dos últimos años.
Pero una lista tentativa publicada en internet para el próximo año lectivo, que sería su último, no incluía su nombre.
“Metido en sí mismo”
“Era muy callado. Metido en sí mismo”, dijo un compañero de equipo a una televisión local.
“Quizás vi que lo hostigaban algunas veces, pero nada demasiado serio. Que haya hecho algo tan catastrófico es una locura”, agregó.
En su página de Facebook Pagourtzis dejaba entrever una fascinación por íconos de culto.
Su foto de perfil fue tomada de un álbum del músico francés de música electrónica “Perturbator” con una estrella de cinco puntas invertida de color rojo, considerado un símbolo satánico.
Encima de una foto de su emblemática chaqueta negra, Pagourtzis había descrito qué significaban las insignias que tenía. “Martillo y Hoz = Rebelión; Sol Naciente = Tácticas Kamikaze; Cruz de Hierro = Valentía”, escribió.
Aunque no fue confirmado aún, sobrevivientes del tiroteo sugirieron que era la chaqueta que el joven llevaba puesta la mañana del ataque.
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