El bateador emergente puertorriqueño Christian Colón pegó sencillo productor que inició racimo de cinco en el décimo segundo episodio y los Reales de Kansas City se coronaron nuevos campeones de la Serie Mundial al vencer 7-2 a los Mets de Nueva York en el quinto juego del “Clásico de Otoño”.
Los Reales dejaron la serie del Clásico de Otoño con números de 4-1 al mejor de siete y se apoderaron de su primera corona de Serie Mundial desde la que obtuvieron en 1985.
Esa coronación perfecta fue posible gracias a que el equipo de Kansas City fue siempre un equipo sinónimo de tenacidad y determinación, sencillamente incapaz de rendirse, y de utilizar todos sus recursos como fue sacar a Colón, un pelotero que lo único que había hecho hasta la noche del triunfo fue servir de traductor en las ruedas de prensa al abridor dominicano Yordano Ventura.
La definición del triunfo de la novena de Kansas City comenzó a gestarse en la parte alta de la novena entrada cuando igualó la pizarra 2-2 para prolongar el juego a extra innings, y tres episodios después se hicieron del triunfo con racimo coronado por el boricua Colón.
En la novena entrada el primera base Eric Hosmer, un luchador incansable, de motivación permanente para el equipo, que disfruta al máximo cuando está en el diamante, remolcó las dos anotaciones que comenzaron a fraguar la remontada y el milagro del triunfo después de haber estado a tan sólo tres “outs” de la derrota.
Mientras que en la décimo segunda Colón lució en su primera oportunidad con el bate en la fase final para demostrar lo importante que son todos los jugadores que están en la plantilla del primer equipo.
Al empuñar el bate, el boricua no le templó el pulso ni mostró nervios, todo lo contrario conectó sencillo a lo profundo del jardín izquierdo y remolcó a la registradora al corredor emergente Jarrod Dyson.
El batazo de Colón fue el que descontroló la serpentina de los Mets y abrió la puerta para iniciar el racimo de cinco, que sería la producción que marcaría el triunfo de los Reales.
Después de que Colón tenía un strike, una bola y un foul en la cuenta, cazó el servicio y puso la pelota en el jardín izquierdo, con el que rompió el empate en la pizarra.
Cuando Colón puso fuera de control los disparos de los Mets, el siguiente en el turno, el parador en corto venezolano Alcides Escobar remolcó la segunda carrera del racimo de cinco.
El venezolano, incansable y eficaz durante toda la fase final, acumuló dos bolas, un foul y un strike antes de hacer sonar el madero con batazo de dos almohadillas sobre el jardín izquierdo y mandó a la timbradora a Colón.
Escobar consiguió nueve carreras remolcadas en la fase final y dejó en .329 su promedio con el tolete, además de batir la mejor marca de imparables conectados en la Serie Mundial por un torpedero.
Para cerrar la cuenta mortal que se convirtió en pesadilla para los Mets, el guardabosques Lorenzo Cain también mandó la pelota al jardín izquierdo con batazo doble y remolcó a la timbradora al guardabosques brasileño Paulo Orlando, a Escobar y al segunda base Ben Zobrist.
En el ataque participó también el receptor venezolano Salvador Pérez, que ganó con todo merecimiento el premio de Jugador Más Valioso (MVP) al pegar una vez en cinco viajes a la caja de bateo y mandó una carrera a la registradora.
Perez, de 25 años, completó los cinco partidos de la Serie Mundial con .364 de promedio de bateo al irse de 8 de 22 con dos dobles y dos carreras y disputó todos las entradas de los partidos menos la última del primero que se disputó en el Kauffman Stadium, de Kansas City.
En el montículo, el abridor dominicano Edinson Vólquez trabajó seis episodios, aceptó dos imparables, incluido un jonrón, y dos carreras, dio cinco pasaportes y ponchó a cinco enemigos.
0 comentarios:
Publicar un comentario