TÚNEZ.- Un autobús que al parecer transportaba a varios agentes de la guardia presidencial explotó este martes cuando transitaba por el centro de Túnez causando numerosas víctimas, informaron a Efe varios testigos.
Se desconoce hasta el momento el origen y la naturaleza de la explosión, ocurrida en la avenida Mohamed V, una de las principales arterias de la ciudad, y cerca de la sede del antiguo partido del dictador caído Zinedin el Abedin Ben Ali.
Hasta el lugar del suceso, que ha sido ya acordonado, se han desplazado varias ambulancias y decenas de policías que han iniciado una investigación para esclarecer si se trata de un posible ataque yihadista.
Túnez ha sido escenario este año de dos atentados yihadistas, uno en marzo y otro en junio, que tenían como objetivo el turismo y que segaron la vida de 60 visitantes extranjeros en la capital y en la ciudad costera de Susa.
En el último mes y medio, las fuerzas de Seguridad tunecinas han anunciado el desmantelamiento de más de una decena de supuestas células yihadistas y detenido a más de medio centenar de sospechosos en todo el país.
Además, en las últimas semanas habían puesto la ciudad en estado de alerta y anunciado que habían impedido ataque y procedido a detenciones en la avenida Habib Bourguiba, otra de las principales arterias de la capital.
El salafismo radical ha rebrotado en Túnez desde que en 2011 la llamada “revolución del Jazmín” derrocara la dictadura del huido Ben Ali.
Desde entonces, grupos yihadistas se han asentado en la región de Kasserine, convertida en centro de reunión de radicales de todo el Magreb.
Túnez es, además, el primer país del mundo en número de voluntarios que viajan a luchar junto al yihadista Estado Islámico (EI) en Siria, con más de 5.000 milicianos y colaboradores.
Hasta el lugar del suceso, que ha sido ya acordonado, se han desplazado varias ambulancias y decenas de policías que han iniciado una investigación para esclarecer si se trata de un posible ataque yihadista.
Túnez ha sido escenario este año de dos atentados yihadistas, uno en marzo y otro en junio, que tenían como objetivo el turismo y que segaron la vida de 60 visitantes extranjeros en la capital y en la ciudad costera de Susa.
En el último mes y medio, las fuerzas de Seguridad tunecinas han anunciado el desmantelamiento de más de una decena de supuestas células yihadistas y detenido a más de medio centenar de sospechosos en todo el país.
Además, en las últimas semanas habían puesto la ciudad en estado de alerta y anunciado que habían impedido ataque y procedido a detenciones en la avenida Habib Bourguiba, otra de las principales arterias de la capital.
El salafismo radical ha rebrotado en Túnez desde que en 2011 la llamada “revolución del Jazmín” derrocara la dictadura del huido Ben Ali.
Desde entonces, grupos yihadistas se han asentado en la región de Kasserine, convertida en centro de reunión de radicales de todo el Magreb.
Túnez es, además, el primer país del mundo en número de voluntarios que viajan a luchar junto al yihadista Estado Islámico (EI) en Siria, con más de 5.000 milicianos y colaboradores.
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