El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reiteró hoy su plan para acoger a 10.000 refugiados sirios, frente a la presión de la oposición republicana, que pide cerrar la puerta a esas personas tras los atentados de la semana pasada en París.
La "rebelión" de una treintena de gobernadores, casi todos republicanos, que esta semana han rechazado recibir a refugiados en sus estados no ha hecho sino reforzar la creencia de Obama en la necesidad de ayudar a las víctimas que huyen de la guerra en Siria.
"Proveeremos de refugio a al menos 10.000 refugiados que escapan de la violencia en Siria durante el próximo año, tras pasar los mayores chequeos de seguridad", afirmó hoy Obama en su cuenta oficial de la red social Twitter.
Los republicanos no aceptan la acogida de refugiados a raíz de las informaciones que aseguran que uno de los terroristas implicados en la masacre de París, que causó 129 muertes y más de 350 heridos, entró en Europa como parte de la ola de sirios que huyen de su país.
El pasado septiembre, Obama ordenó los preparativos para admitir a 10.000 refugiados sirios en el nuevo año fiscal, que comenzó el 1 de octubre, ante la crisis migratoria que afecta a Europa.
"Aquí, nuestro foco está en dar refugio a los sirios más vulnerables: mujeres, niños y supervivientes de tortura", subrayó el mandatario estadounidense.
"Dar la bienvenida a los más vulnerables del mundo que buscan la seguridad de América no es algo nuevo para nosotros. Hemos recibido de manera segura a tres millones de refugiados desde 1975", agregó el presidente.
Lejos de amilanarse, Obama lanzó un ataque desde Manila, donde asiste a la XXIII Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), contra los dirigentes del Partido Republicano.
El líder estadounidense criticó la "retórica" de los conservadores sobre la crisis de los refugiados, al acusarles de estar "asustados de que viudas y huérfanos vengan a EEUU como parte de nuestra compasión tradicional".
La polémica ha irrumpido con fuerza en la campaña para las elecciones presidenciales de 2016, en la que los candidatos republicanos han expresado su rotunda oposición a recibir refugiados sirios.
Unos de esos aspirantes a la Casa Blanca, el senador de origen cubano Ted Cruz, respondió hoy con dureza a la reacción de Barack Obama desde la capital de Filipinas, que consideró un "insulto".
Cruz reprochó a Obama estar "despreciando" a los republicanos al llamarles "asustados", y le dio el siguiente aviso: "Señor presidente, si usted quiere insultarme, (...) le animaría, señor presidente, a regresar e insultarme a la cara".
El presidente defendió su plan después de que a última hora de este martes la Casa Blanca hablara por teléfono con más una treintena de gobernadores, ante los que defendió sus procedimientos en el proceso de admisión de refugiados sirios y les garantizó que se practicarán los controles "más rigurosos".
El Gobierno estadounidense respondió así a la negativa de varias decenas de estados, en su mayoría regidos por gobernadores republicanos, que se oponen a dar amparo a refugiados alegando motivos de seguridad tras los atentados de París, que se atribuyó el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
En la línea del Gobierno, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU, John Brennan, defendió hoy la política de acogida de refugiados del país, si bien precisó que está evaluando el reforzamiento de los sistemas de escrutinio.
No parece, en cualquier caso, que la controversia vaya a cesar pronto, pues el presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, el republicano Paul Ryan, remarcó hoy su deseo de que la Cámara vote este jueves un proyecto de ley para fortalecer los controles y pruebas de seguridad de los refugiados sirios que entren en el país.
"La gente entiende los apuros de aquellos que huyen de Oriente Medio, pero también quiere garantías básicas para la seguridad de este país", aseveró Ryan.
El presidente de la Cámara Baja negó que se trate de un "test religioso", como han denunciado algunos legisladores demócratas en alusión a Cruz, partidario de vetar a sirios que sean musulmanes, o el también precandidato presidencial republicano Jeb Bush, favorable a acoger solamente a sirios que demuestren su fe cristiana.
Grupos defensores de los musulmanes, como el Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR, por su sigla en inglés), se han indignado con las declaraciones de los republicanos.
"Eso puede inspirar islamofobia", dijo hoy a Efe Robert McCaw, gerente de asuntos gubernamentales de CAIR, quien calificó de "absolutamente vergonzosa" la ofensiva republicana contra los refugiados sirios.
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