El presidente Donald Trump inició su primera reunión con su colega ruso Vladimir Putin formulando las inquietudes de Washington acerca de la intromisión rusa en las elecciones presidenciales de 2016, dijo el secretario de Estado, Rex Tillerson. Dijo que Putin negó haberse entrometido.
La decisión de Trump de encarar directamente a Putin sobre la intromisión electoral respondió a los reclamos de legisladores de ambos partidos, de que el presidente no evadiera el asunto durante su anticipado encuentro con Putin. Trump se ha abstenido de afirmar inequívocamente que hubo intromisión rusa, mientras se desarrollan investigaciones sobre si la campaña de Trump coludió con los rusos que trataron de ayudarle a ganar.
No obstante que Putin lo ha negado, los dos coincidieron en que el asunto ha impedido mejorar las relaciones entre las dos potencias, dijo Tillerson, quien asistió a la reunión de más de dos horas junto con el canciller ruso Serguei Lavrov. Tillerson dijo que la discusión sobre la injerencia electoral fue “vigorosa y prolongada”. En declaraciones posteriores a la prensa, Tillerson dijo que los mandatarios acordaron continuar la discusión, con vistas a un compromiso ruso de no interferir en asuntos estadounidenses en el futuro.
“Creo que el presidente hace bien en concentrarse en cómo avanzamos desde algo que a esta altura podría ser un desacuerdo irreductible”, dijo Tillerson. Sin embargo, en aparente contradicción con las declaraciones de Tillerson, el canciller ruso dijo que Trump aceptó las seguridades que le dio Putin, de que Moscú no tuvo intromisión alguna en las elecciones. Lavrov habló con la prensa tras la prolongada reunión de Trump y Putin al margen de la cumbre del G20. En su reunión, los mandatarios discutieron un acuerdo de cese de fuego para el suroeste de Siria que alcanzaron ambos países y del que informó The Associated Press ayer. Aunque los dos países han tenido posiciones enfrentadas sobre Siria en el pasado, Tillerson dijo que Rusia demostró interés en que la nación del Medio Oriente se vuelva un lugar estable.
EL MURO CON MÉXICO AFLORA DE NUEVO
Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de México, Peña Nieto, celebraron ayer su primera entrevista cara a cara tras meses de tensiones, una cita calificada de “constructiva” por la parte latinoamericana a pesar de que el muro fronterizo volvió a sobrevolar las relaciones bilaterales.
Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de México, Peña Nieto, celebraron ayer su primera entrevista cara a cara tras meses de tensiones, una cita calificada de “constructiva” por la parte latinoamericana a pesar de que el muro fronterizo volvió a sobrevolar las relaciones bilaterales.
Los medios gráficos ya salían de la sala para dejar a solas a las dos delegaciones cuando una corresponsal preguntó a Trump si seguía queriendo “que México pague el muro”. “Totalmente”, fue la respuesta del estadounidense, según el relato del pool de periodistas que le acompaña. El titular de Exteriores mexicano, Luis Videgaray, estaba en la sala y no oyó la respuesta, pero dejó claro que en la entrevista no se habló del muro.
“Lo relevante para México es que no fue tema de la conversación, así lo habíamos acordado y así fue”, señaló el titular de Exteriores para recalcar que la posición de su país es “absolutamente invariable: “ése no es un tema de la relación bilateral, no es parte de la conversación entre los dos países y no fue parte de la conversación entre los presidentes”.
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