La tormenta tropical Nate aceleró ayer su avance hacia México y Estados Unidos con posibilidades de convertirse en huracán, tras dejar puentes destruidos, ríos desbordados, inundaciones y deslaves en Centroamérica, donde 26 personas murieron por las fuertes lluvias.
El Salvador registró ayer sus primeras dos víctimas fatales como consecuencia del paso del ciclón, uno de los cuales fue sepultado en un derrumbe y el otro fue arrastrado por un río.
El país declaró alerta amarilla en todo su territorio, mientras Guatemala declaró alerta máxima en departamentos del sur y noreste, los más expuestos a estragos a causa de la tormenta.
Costa Rica, Nicaragua y Honduras, los países más golpeados por Nate, comenzaban a evaluar los daños, cuando las lluvias parecían dar una tregua.
La tormenta dejó 12 muertos en Nicaragua, nueve en Costa Rica y tres en Honduras, además de numerosos desaparecidos, según los cuerpos de socorro.
La Comisión Permanente de Contingencias de Honduras decretó este viernes alerta roja y ordenó evacuaciones en varias comunidades del Pacífico sur ante el riesgo de inundaciones por los pronósticos de más lluvias como consecuencia de Nate.
Entre tanto, comunidades de Costa Rica y Nicaragua continúan aisladas por la destrucción de puentes, inundación de carreteras, ríos desbordados y deslaves que arrasaron casas y caminos, mientras la saturación de agua en los suelos amenaza con nuevos derrumbes.
- "El río se llevó todo"
"Nos sacaron los bomberos porque estábamos ahogándonos, vivimos a orillas del río (Ochomogo). Gracias a Dios que nos ayudaron. El río se llenó y se llevó la casa, los chanchos, las gallinas, se llevó todo", dijo a la AFP Bonavide Velázquez, una mujer de 60 años en el departamento sureño de Rivas, Nicaragua.
"Nos sacaron los bomberos porque estábamos ahogándonos, vivimos a orillas del río (Ochomogo). Gracias a Dios que nos ayudaron. El río se llenó y se llevó la casa, los chanchos, las gallinas, se llevó todo", dijo a la AFP Bonavide Velázquez, una mujer de 60 años en el departamento sureño de Rivas, Nicaragua.
Velázquez fue evacuada de su comunidad con cinco familiares a un albergue de la localidad vecina de Nandaime.
En la ciudad de Cañas, en el noreste de Costa Rica, Jenny Abarca resguardaba en la calle sus enseres, que pudo sacar gracias a la ayuda de sus familiares cuando su vivienda se vio inundada por la crecida de un río.
"Salimos por nuestros medios, con mis hijos y nieto, esto es lo poco que pudimos rescatar en la madrugada cuando se nos inundó la casa", dijo Abarca, mostrando una mesa y algunos electrodomésticos.
En Honduras la zona más afectada fue el sur del país, mientras la alerta amarilla se mantiene en la mayor parte del territorio, señaló la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
- Buscando desaparecidos -
En Costa Rica, comunidades del Pacífico norte y de la zona sur continuaban inundadas, mientras los cuerpos de socorro buscaban a más de 30 desaparecidos.
El presidente Luis Guillermo Solís anunció tres días de duelo por las ocho personas muertas en el país, incluida una niña de tres años que falleció en un deslave que arrasó su vivienda.
Solís advirtió que a pesar de la mejora del tiempo, persiste el riesgo de inundaciones y deslaves porque todo indica que continuarán las lluvias durante el fin de semana y los suelos están saturados.
"Se ha hecho una valoración muy detallada de la situación climática, está mejorando, aunque no así en Guanacaste (noroeste) y la zona sur. Esta situación es engañosa porque va a llover el fin de semana y porque los suelos están saturados y hay posibilidad de deslizamientos", advirtió el mandatario.
Más de 5.000 personas permanecen en albergues de Costa Rica, y el presidente les pidió continuar en ellos unos días más para facilitar los trabajos de recuperación de las zonas afectadas.
En Nicaragua varias comunidades permanecen aisladas por derrumbes de carreteras en el norte y sur, en tanto miles de familias quedaron sin electricidad como consecuencia de las fuertes lluvias, según la vicepresidenta y portavoz oficial Rosario Murillo.
En Belice, el gobierno llamó a la población de las áreas bajas a desplazarse a zonas altas por el riesgo de inundaciones al acercarse Nate a sus costas.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, Nate entrará al Golfo de México el fin de semana y podría tomar fuerza de huracán categoría 1 y arremeter contra el sur de Estados Unidos.
El ciclón aumentó su velocidad de desplazamiento a 30 km por hora, lo que propició la disminución de lluvias en la región, según Juan Carlos Fallas, director del Instituto Meteorológico Nacional de Costa Rica.
Dos semanas atrás el huracán María azotó varias islas del Caribe provocando muertes y desastres materiales generalizados.
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