BRUSELAS. El plan del presidente Donald Trump de imponer aranceles al acero y el aluminio amenaza con una guerra comercial mundial que, según alertaron gobiernos e instituciones, pondrá en peligro la recuperación económica y miles de empleos.
El presidente estadounidense aseguró ayer en twitter que las guerras comerciales “son buenas y fáciles de ganar”, después de anunciar el jueves aranceles a las importaciones de acero de hasta el 25 por ciento y al aluminio de hasta el 10 por ciento a partir de la próxima semana.
Gobiernos, instituciones, patronales, productores y mercados reaccionaron, sin embargo, con temor a las consecuencias de esas medidas proteccionistas estadounidenses y crecieron las voces para responder “con decisión” a la amenaza.
China, uno de los países acusados directamente por Washington de ser el “gran responsable” del exceso de acero en los mercados internacionales, advirtió de que la política comercial de Trump puede afectar negativamente a la recuperación económica mundial.
“EE.UU. ha llevado a cabo medidas antisubsidios sobre los productos de acero y aluminio. Si otros países siguen sus pasos, esto dañará al comercio internacional”, advirtió una portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying, en rueda de prensa.
Hua subrayó que la recuperación de la economía mundial es aún inestable, por lo que “todos los países deben considerar esfuerzos para cooperar y resolver asuntos relevantes”, en lugar de aplicar restricciones comerciales unilaterales.
El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, advirtió de que la Unión Europea (UE) responderá “adecuadamente” a la imposición de aranceles por parte de EEUU.
“No nos quedaremos sentados sin hacer nada mientras nuestra industria es golpeada con medidas injustas que ponen en riesgo a miles de empleos europeos”, declaró Juncker en un comunicado en el que considera la decisión una medida de proteccionismo injustificado.
Juncker dijo lamentar “profundamente” la decisión de Washington, que “parece representar una descarada intervención para proteger a la industria doméstica de EEUU que no se basa en ninguna justificación de seguridad nacional”.
Fuentes comunitarias consideraron ayer que esa justificación “no tiene ninguna base” y es en realidad una “salvaguardia (comercial) disfrazada”.
El Kremlin compartió la preocupación expresada por varios países de Europa. “Sabemos que en muchas capitales europeas ya se ha expresado una gran preocupación ante esta decisión. Compartimos esa preocupación y vamos a analizar la nueva situación en las relaciones comerciales” con EE.UU., dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La patronal europea Business Euurope alertó de que “la imposición de derechos adicionales sobre el aluminio y el acero llevaría al mundo al borde de una guerra comercial”.
El director general de Business Europe, Markus J. Beyrer, señaló que Washington puede “crear una interrupción de gran alcance en el comercio mundial con consecuencias sustanciales para las empresas y los consumidores” y criticó a Trump por ignorar “la importancia de aliados estratégicos clave” de su país, como la Unión Europea.
“No hay ganadores en una guerra comercial. Una escalada golpeará a todos”, agregó Beyrer, quien alentó a la UE a tomar medidas de acuerdo con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para salvaguardar los intereses de su industria, incluido un posible aumento de las importaciones en el mercado de la UE.
La fuentes comunitarias precisaron que la respuesta de la UE ante la OMC está “muy avanzada” a la espera de que se materialice el anuncio de EE.UU., e indicaron que el colegio de comisarios europeos debatirá este asunto en su reunión del próximo miércoles, aunque no es seguro que las medidas europeas se anuncien ese mismo día.
En el Reino Unido, en plena negociación del “Brexit”, se alertó de que el alza de los aranceles puede tener un “impacto significativo” en la economía británica.
Richard Warren, el director de UK Steel, la asociación británica de sector siderúrgico, recordó que EE.UU. representa un mercado “bastante relevante” para la industria del acero británica, ya que recibe cerca del 15 % de las exportaciones.
El directivo añadió que las grandes productoras de acero en el Reino Unido ya operan bajo márgenes de beneficio estrechos, por lo que un arancel de estas características es “significativo”.
Las bolsas asiáticas acusaron con pérdidas el temor a que se desate una guerra comercial, con descensos de más del 2 por ciento en las principales plazas, unas caídas que también fueron generalizadas durante la jornada en Europa.
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