SANTO DOMINGO. La muerte del joven monaguillo Fernelis Carrión Castillo a manos del sacerdote Elvin Taveras Durán vuelve a destapar el tema de los delitos que se cometen en el seno de la iglesia, y pone en entredicho los criterios de selección de los curas.
Carmelo Santana, párroco de la Catedral Santa Ana de San Francisco de Macorís, advierte de un posible descuido a lo interno de los seminarios al seleccionar a los candidatos a sacerdotes.
Señala que en el catolicismo existe una escasez de vocación sacerdotal que pudiera estar influyendo en que los formadores en los seminarios sean más flexibles en dejar pasar o en detectar fallas en los aspirantes.
“Hay en la iglesia mucha escasez de vocación sacerdotal por las mismas exigencias que conlleva la vida sacerdotal: la renuncia, el sacrificio que hay que asumir, la actitud de desprendimiento, de donación de uno mismo... son muchas exigencias que requieren mucha fe y muy buena base humana”, expone.
“Puede ser que ante la escasez, y viendo que cuesta mucho levantar una vocación, el que la persona mantenga la misma motivación, el espíritu de entrega y la generosidad, puede ser que el formador diga que, si bien tiene ciertas fallas, con el acompañamiento puede que las supere”.
Excluye de las fallas a los obispos, de quienes dice, se confían en el voto que dan los formadores para la ordenación de una persona.
Santana, que define de lastimoso y muy lamentable la tragedia que enluta a la familia del joven Fernelis, considera, sin embargo, que no se puede juzgar a las instituciones por los actos individuales de las personas. “Mucha gente cree que el responsable de los actos de la personas es la institución, y no es así, sobre todo cuando se trata de la conducta moral, que no es colectiva sino individual”.
Rechaza la tesis de que los casos de pederastia en la iglesia estén relacionados con el celibato de los sacerdotes. Para él, se trata de conductas relacionadas a la formación del individuo dentro de la estructura social y familiar. “Los candidatos a sacerdotes son hijos de la sociedad actual. Antes la sociedad era más estable, pero ahora, la mayoría de los hijos vienen de familias disfuncionales, hay muchos vacíos y no hay una afectividad bien formada y esa carencia brota en la persona”.
Desde el punto de vista médico, el psiquiatra y psicoterapeuta José Miguel Gómez, pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Sexología y de la Sociedad de Psiquiatría, expone algunas de las características que, a lo largo de las consultas a víctimas y victimarios, ha logrado identificar en los pederastas.
También rechaza la idea del celibato, pues asegura que la mayoría de los casos son de personas heterosexuales, que son padres, tíos o abuelos.
“No hay un perfil cerrado de quien es el pederasta o agresor sexual, que puede estar en cualquier familia, religión o estrato social. Lo que sí es más frecuente en los varones”.
sábado, 12 de agosto de 2017
Sacerdote advierte de posible descuido en la selección de nuevos curas
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